vuelve a hacerse un día , que corre como siempre desesperado , al final , derepente ; filtrándose, tropezándose, deteniéndose , en la espera, la espera , que no es más que , un corazón pausado ( muerto), dentro de la propia vida, que disfraza todo aquello donde el ser ha perdido, o jamás ha tenido, el valor de mirar.
y por lo general, se retorna al principio del ciclo, manteniéndose dormido ante la tempestad y claro, ante la calma también.
Todo irremediablemente se encuentra ásperamente entrelazado, amarrado por los días, las horas, los minutos, los segundos, y usualmente encontrado en un espacio que raramente coincide con los sueños de un loco, y que pesa más una despedida eterna.
Todo irremediablemente se encuentra ásperamente entrelazado, amarrado por los días, las horas, los minutos, los segundos, y usualmente encontrado en un espacio que raramente coincide con los sueños de un loco, y que pesa más una despedida eterna.
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