Sabines.

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Aconteceres vitales

domingo, 3 de mayo de 2015

La memoria del cuerpo

A quien sugiere que la penumbra de un paso solitario y la inexorable sombra de una sola figura por la noche, no es infierno:


Vestimos el mismo deseo diariamente, cálida lluvia de añoranza nos arropa
De la palabra que duerme en aquellos labios secos, de ahí se asoman pequeños trozos de ansia, triste ansia que se escurre de la piel , de la boca, de los sueños..
Andamos padeciendo la ruptura de un poema, el crujir de la carne por las noches, el desvelo de la piel que no encuentra y tampoco sabe qué encontrar.
 Es siempre una inadecuada y fugaz presencia la que simula esa sensación de estar en la ardiente cima, para luego caer, caer en crudo 
sentir el golpe machucar las entrañas, sentir las ásperas manos de la vida ahogarnos. Andar deshilachado por el aire ...


¿y cuánto tiempo es posible permanecer en la orilla de una hoja seca ?