Tú, que te parces al universo en su entrega.
Tú que fluyes intrépida y sensual por la tierra.
Pasas de lo sutil a lo salvaje
Y caminas en el enredo de tus pasiones
Te sumerges en el viento como murmullo de árboles sin memoria
Conservas la locura entre tus piernas y labios
Tus instintos forman un sonido horizontal que alimenta la sangre de cualquiera
Existes como lágrima para el sediento
Como un destello al disturbio
Como contorno de durazno liso y fresco
más vulnerable que el invierno...
Siempre ágil y definitiva.
Siempre incendio sobre los cielos.