"Ya no sé qué pensar" decían mis lapices arrumbados y tristes sobre aquel viejo escritorio.
Mi manos quería dejar de latir
las horas pretendía quedarse atrapadas en mis piernas; soberbias y frías.
Con el transcurso de las noches las razones se iban cayendo a pedazos como el techo de una casa abandonada y hueca
derrumbándose
quebrándose
Todo lo que inocentemente llegué a fantasear, fue alejándose de mi cabeza y cuerpo, tenía la certeza de que se iba lejos, a un lugar que constantemente imaginaba, pero jamás conseguía tener en mente una imagen concreta.
Un parpadeo que permaneció fiel a mis deseos y aferrado a las convicciones más puras, todo aquéllo se nubló , y es por eso que varios días, semanas e incluso meses, las hojas de este melancólico cuadernillo, se quedaron mudas, pasmadas.
" Todo empezó en otra ciudad y en otra vida, anterior a esta de ahora pero posterior a aquélla.Por eso no puedo escribir esta historia como yo quisiera, como si todavía estuviera ahí y fuera sólo esa otra persona."
Hablo Luiselli, por mi.
Me gustaría ser más meticulosa y precisa para contar esta historia, sin embargo los recuerdos más sinceros que tengo, la verdad más tangible que conservo , me suena a una metáfora barata.Al cuento más rutinario y falso que he venido repasando en estos rincones, con razones infundadas.
Me gustaría ordenar este rompecabezas, para luego desecharlo por fin.Empujarlo hacía otro mundo.
Para empezar a narrar una historia vertical, de forma horizontal.
Para escribirse desde afuera y entenderse desde adentro.
Pero sobre todo, para cerrar con candado esta puerta, y empezar a recorrer otro pasillo, caminar en otro capitulo,volar por otros suelos.
Es por ello, que ahora mis instintos me obligan a rozar con firmeza este teclado,a manipular de nuevo este lápiz, a depositar decididamente estás palabras.
A decirle y a decirme;
Escribo hoy por el silencio, qué le han mutilado la boca y le han mordido la voz .
Te escribo para recordarte qué mis palabras aún tienen la sangre despierta y qué serán inmortales para ésta historia.
Mi manos quería dejar de latir
las horas pretendía quedarse atrapadas en mis piernas; soberbias y frías.
Con el transcurso de las noches las razones se iban cayendo a pedazos como el techo de una casa abandonada y hueca
derrumbándose
quebrándose
Todo lo que inocentemente llegué a fantasear, fue alejándose de mi cabeza y cuerpo, tenía la certeza de que se iba lejos, a un lugar que constantemente imaginaba, pero jamás conseguía tener en mente una imagen concreta.
Un parpadeo que permaneció fiel a mis deseos y aferrado a las convicciones más puras, todo aquéllo se nubló , y es por eso que varios días, semanas e incluso meses, las hojas de este melancólico cuadernillo, se quedaron mudas, pasmadas.
" Todo empezó en otra ciudad y en otra vida, anterior a esta de ahora pero posterior a aquélla.Por eso no puedo escribir esta historia como yo quisiera, como si todavía estuviera ahí y fuera sólo esa otra persona."
Hablo Luiselli, por mi.
Me gustaría ser más meticulosa y precisa para contar esta historia, sin embargo los recuerdos más sinceros que tengo, la verdad más tangible que conservo , me suena a una metáfora barata.Al cuento más rutinario y falso que he venido repasando en estos rincones, con razones infundadas.
Me gustaría ordenar este rompecabezas, para luego desecharlo por fin.Empujarlo hacía otro mundo.
Para empezar a narrar una historia vertical, de forma horizontal.
Para escribirse desde afuera y entenderse desde adentro.
Pero sobre todo, para cerrar con candado esta puerta, y empezar a recorrer otro pasillo, caminar en otro capitulo,volar por otros suelos.
Es por ello, que ahora mis instintos me obligan a rozar con firmeza este teclado,a manipular de nuevo este lápiz, a depositar decididamente estás palabras.
A decirle y a decirme;
Escribo hoy por el silencio, qué le han mutilado la boca y le han mordido la voz .
Te escribo para recordarte qué mis palabras aún tienen la sangre despierta y qué serán inmortales para ésta historia.